El otro día estaba dando un paseo en moto y cuando llegué a un estanque
escuché un grito pidiendo ayuda:
- ¡SOCORRO, SOCORRO!
Paré en seco la moto, entré en la casa y pregunté:
- ¿Qué ocurre?
Vi a una mujer contándole una historia a su bebé. Dijo la mujer:
- No pasa nada. Y, ¿usted cómo ha entrado aquí?
- Pues he podido entrar porque la puerta estaba abierta.
De pronto escuché un ruido proveniente de la cocina, abrí la puerta pero no
era nada. Entonces la mujer me echó a patadas. Corrí hacia la moto y cuando
estaba dispuesto a arrancar, la casa explotó, me baje de ella, fui a la
casa a ver si había sobrevivido alguien, solo había sobrevivido el bebé. Me fui
con la moto y el pequeño hacia el hospital. En el otro carril había un
camión de bomberos yendo hacia la casa unos minutos después. Llegué al hospital
pero ya era tarde, el bebé ya había muerto.Le pregunté al médico de que había
fallecido y él me dijo:
- Ha muerto por inhalación de humo y golpes mortales en la cabeza.
Al día siguiente me desperté y como siempre me fui a prepararme el
desayuno, después me fui a vestir. Fui a trabajar pero al cerrar la puerta , vi
que en mi camisa había un punto rojo , descubrí que era un ¡francotirador!, me
monté lo más rápido en la moto, me fui a la comisaría y se lo dije al primer
policía que vi.
Entonces me dijo que estaba detenido por la explosión, también me dijo que
estaba condenado a muerte. Pasaron 10 años y la condena aún no se había
cumplido, entonces tuve mucho tiempo para planificar la forma de escapar. Al
anochecer, me escape con dos presos más: Alberto y Manuel. Nos prometimos irnos
por nuestro camino. Yo me fui a casa de mi hermana que estaba en México. Cuando
llegué , le dijo cómo había escapado.
-”Prométeme que no se lo dirás a nadie“ le supliqué y entonces se lo conté.
Ella me dijo: ¿cuánto tiempo te vas a quedar?
Le respondí: ”Hasta que me olviden. Los policías me culpan de un asesinato
que no cometí.”
Ella fue hacia la cocina a prepararme un café cuando de repente, tocaron a
la puerta, ERA LA POLICÍA. Corrí a la habitación de mi hermana y me escondí
debajo de la cama donde había una pistola, cuando los dos estaban juntos les
disparé, los dos murieron de un tiro en el corazón. Salí de ella, fui a la moto
pero antes de montar, me vestí con la ropa de uno de los policías, me fui a la
comisaría y cogí una pistola mejor con más balas. Le quité una de las
llaves del coche a un policía y me lo llevé para que no me
pillaran. Todo salió perfecto. Pasaron unos días y nadie sospechó de mí así
que, saqué un pasaje de avión para España, en concreto, a Gran Canaria, que ahí
era difícil que me pillaran , aunque corría el riesgo de no poder huir porque
está rodeada de mar, pero era una opción muy buena ya que, aunque podía pasar
eso, era difícil que nos pillaran a mi y a mi hermana.
AUTOR:
ALEJANDRO CASTILLO RAMÍREZ. 1º ESO B
No hay comentarios:
Publicar un comentario