En un bosque de Canarias, un motorista fue a trabajar a casa de su madre a
limpiar como todos los días anteriores. A la pobre anciana le había dado un
desmayo. La casa de la viejecita parecía la de un par de brujas salvajes toda
estropeada. La casita estaba junto a un pequeño lago donde habitaban
cocodrilos. Desde el bosque se podía observar un gran y maravilloso paisaje.
Dentro de ese lugar se podía contemplar: cinco aviones, tres pajaritos verdes,
un coche, y unas colinas enormes cubiertas de árboles, piedras grandes y
pequeñas y algún que otro conejito. La casa era de ladrillo cubierto de plantas
y hongos. El motorista después de limpiar la casita de su madre, acudió
inmediatamente a visitar a la enferma, al ver que estaba bien y dormida se fue
a su casa para al día siguiente seguir con la misma rutina de siempre.
AUTORA: EVA
SALAZAR BETANCOR. 1º ESO A
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