Érase una vez un motorista que
recorría 100 km por hora, y se paraba cada día por la cabaña de su tío Luís.
Luís era un entrenador de moteros profesional, pero al llegar a los 50 años se
jubiló y se puso a entrenar a su sobrino Diego para que fuera su discípulo
y ser el mejor motero de la historia. Diego iba a disputar una carrera
The Internacional Cup. Empezó la carrera, Diego iba en quinto lugar y quería
superar al que iba en cabeza, el primero era el excampeón motero Masclouvi
Pinterez. Diego empezó a superar al cuarto, al tercero, al segundo y se puso en
cabeza con Masclouvi, pero sucedió algo inesperado¡¡¡¡¡ Diego tenía problemas
respiratorios, él había ganado la carrera pero su corazón se paró y murió. Y en
honor a su muerte le dedicaron una estatua con la copa como mejor motero de la
historia.
AUTOR: ISAM ESSAHMOUDI. 1º ESO B
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